jueves, 29 de abril de 2010

UN CUCHILLO JAPONÉS EN UNA CHOZA EN BOLIVIA DE MARIETTA MORALES RODRÍGUEZ .




Querida sobrina , has terminado la enseñanza media en Santiago y te invito a pasar unos días junto a tus primos , en La Paz . Todo lo que has vivido ha sido demasiado duro y deseo de todo corazón , que encuentre la paz necesaria en estos momentos tan dolorosos . Acá te espera una familia que te va a proteger . Descansa y toma la mejor decisión para tu futuro próximo . Fue el comienzo de una larga carta que mi amado tío , me envió . La invitación estaba abierta y acepte gustosa , me gaste todos mis ahorros para tener mi primer pasaporte , para mi primer viaje al extranjero , tenía 18 años y había terminado el colegio , con un dejo de tristeza espantosa . No tenía ganas de estudiar nada y solamente quería tener libertad absoluta . Nunca imagine lo que podía ocurrir en esas tierras tan exóticas para mi . La sangre boliviana ordenaba que tenía que vivir mi primera gran experiencia . Pasar de ser una niña a una mujer adulta , pero nunca soñe que fuera en un entorno tan húmedo . Arme mi maleta y mi espíritu de aventura . Llegue a la Paz en un marco impresionante , me encantó la ciudad , aunque la encontré algo colonial . Fui recibida por mi familia boliviana como una princesa , y tenía la certeza que pasaría esas dos semanas volaron , junto a mis primos . Fueron días de descanso , levantaras tardes , paseos por el mercado , de café y mucho pan amasado . Conversaciones en la cocina y tomando infusión de coca , para no apunarme . Tuve algunos dolores de cabeza , la altura me afectaba de alguna manera , pero sobrevivi . Un día la esposa de mi tío , recibe la invitación para ir a la selva y me invito . Tienes que conocerla , te va a fascinar , pero tiene que ser cuidadosa y seguir las instrucciones del guia de la expedición . Si te dice caminas por acá , le haces caso . No seas desobediente y así no tendrás ningún accidente . Ninguna culebra te va a picar . Acepte gustosa la invitación y tenia la certeza que mis días de inocencia se iban a terminar . Llegamos a la selva y el paisaje era impresionante , realmente estremecedor y quede con una sensación de vértigo atroz . Fuimos recibidas por el guia y su acompañante que era un cazador de serpientes , que llevaba consigo muchos cuchillos y se sentía orgulloso de su cuchillo japonés . Tuvimos un día de expedición agotador y yo bebía agua como loca , siempre estaba al lado del cazador , me atraía demasiado . Era como un imán , un hombre diez años mayor que yo . Trate de mantener la compostura y seguía pendiente de la expedición . Mis ganas de tener una aventura con él , eran grandes en ese momento . Tranquila , tal vez no le guste . Él me miraba como una presa sin resistencia . La bella presa que cruzo el desierto para estar en esa selva . Él tenia todo el territorio conquistado , sabía que solamente tendría que quedarme sola , alejada de la vigilancia de mi tía política . Me sentía como una serpiente que iba hacer cazada por voluntad propia , tenia mi propio cazador al acecho . No tan al acecho , estaba demasiado cerca , muy cerca . La humedad que sentía era impresionante en todo mi cuerpo . Sudaba mucho y estaba muy mojada . El blue jeans me molestaba y tenia unas ganas de bañarme donde sea .Estaba con los bototos polvorientos y el rostro sucio por la tierra . La tarde cayó y mi tía con el guia se fueron a tomar café cerca de la fogata . Yo me fui acostar al refugio con la imagen en mi mente del cazador .Un estruendo , otro estruendo , y escuchaba los silbidos del cazador . Paso una hora y yo trataba de dormir , en un momento todo cambio de un abrir y cerrar de ojo . Me vi en un torbellino de humedad en todo mi cuerpo y de gemidos primera vez emitidos por mi boca . Sentí la sensación que ese enorme cuchillo japonés entro en mi cuerpo con una fuerza volcánica . Siempre lo soñe , lejos de casa , lejos del colegio , lejos del barrio . La primera vez en un lugar exótico , alejado de la chimuchina de mi entorno .Mi cuerpo estallo de felicidad en los brazos del cazador . El rostro de una serpiente entro en mi ojos por primera vez . La ropa sucia no me importaba , estaba desnuda y algo adolorida , pero sentí esa boca que recorría todo mi cuerpo centímetro a centímetro . No me di ni cuenta , cuando amaneció y vi el rostro del cazador . fue la última vez que lo vi . Regresamos a la casa de mi tío , esos días en la selva fue el comienzo de otra etapa en mi vida . La niña consentida había dado paso a la mujer ansiosa por experimentar el placer en todas sus formas . Fue una gran liberación .