sábado, 10 de abril de 2010

SIEMPRE AME TU PERFUME DE MARIETTA MORALES RODRÍGUEZ .




Siempre ame tu perfume , lo ame desde la primera vez que lo sentí sobre tu cuerpo , en aquella tarde memorable , donde nos encontramos en Santiago . Lo recuerdo perfectamente , era un perfume carisimo . Esos perfumes que solamente se pueden comprar en una elegante tienda de departamento . Me contaste fascinado que acaba de terminar de leer la novela el perfume . Esa gran novela donde el sicópata asesinada a hermosas jóvenes , solamente con el afán de ser el mejor perfumista del universo . Sentí ese aroma como un torrente eléctrico en mi cuerpo . Entro en mis narices como un huracán de pasión de dos personas que en ese momento se amaban . Nunca lo voy a olvidar , no le quiero olvidar . Lo recuerdo nitidamente en ese otoño , donde logre saltar el desierto y llegar a la Capital . La alameda estaba con su furia al grado máximo y yo acostada en la cama de la habitación de ese hotel de nombre francés , que tanto me encanta . Sobre la ventana veía como los transeúntes corrían de un lado a otro y mi maleta llena de ropa . Sabía que faltaba poco tiempo para verte , y ya estaba ansiosa , demasiado ansiosa . La ansiedad esta presente en mi vida , no se si tomarlo como un defecto o una virtud . Entre a la ducha y el agua corría sobre mi cuerpo con los miles de kilómetros recorrido . Tenía la sensación que se me vendría una tarde maravillosa . Me viste y corrí al comedor del Hotel para tomar mi té cerca de las cinco de la tarde . Toda una señorita latino americana con infulas de aristócrata inglesa . El comedor estaba semivacio y cuando termine de tomar el té , apareciste como un relámpago poético . En un abrir y cerrar de ojos estaba contigo en aquella habitación del mismo hotel . Sentía tu perfume en cada uno de los rincones de tu cuerpo y las sabanas blancas que cubrían mi cuerpo . Lo sentía fortísimo y el corazón estallaba de felicidad en aquel momento . En el velador ese libro de poemas que te escribí , era mi regalo perfecto para ti . La noche cayó sobre la ciudad y tenia que regresar al desierto al otro día . Me quede con el recuerdo de esa camisa perfumada , que aún guardo en mi baúl . Tu perfume es una evocación erótica , un resplandor en medio de tanta tristeza .