viernes, 7 de enero de 2011

IN MEMORIAN A EDITH PIAF DE MARIETTA MORALES RODRIGUEZ



En un oscuro suburbio
cayeron las hojas del invierno ,
las frías aceras
te vieron nacer ,
en la última estación nocturna .
Con el alma encarcelada
de aquella madre díscola ,
el sepulcral silencio
te fue alejando ,
como los soldados en la guerra ,
y se fue enceguenciendo ,
el carrusel de la niñez
en busca de la ruta del circo de los sueños .
Camina por el sendero
empedrado de las buenas intenciones ,
junto con el amante de turno .
Descendiste a los bares ,
para encender la pasión ,
de los que sangraban
por los que ya partieron,
Sobe el angustiado silencio
en el escenario ,
la estatua principesca ,
pierde su último ojo ,
y un estallido de aplauso
retumba como granada sobre las calles de París .
Fuiste la emulación del ave fatídica , que alzó
sus alas , en busca de la felicidad ,
y te ahogaste junto a una botella de vino ,
por el soldado que murió en las trincheras .
Y en las calles , el frío cala en el rostro de los mendigos ,
mientras la radio comunicaba
que el gorrión apagó su voz .