Un elegante editor en Londres
camina en un congreso de paraguas ,
con sus aires de médico sarcástico .
Observa mis poemas en su escritorio .
Me deja con la sensación de tener el mundo entre mis manos .
El dragón del año nuevo chino ,
entra en su ventana .
Es una señal filosófica ,
y se escucha el ruido de los autos .
Mi esencia aristocrática desafía a mi origen .
Ese elegante editor en Londres
sueña verme convertida en una lady ,
pero estamos en la era de los cables ,
en plena edad global .
Yo le envié una carta con mis poemas ,
llenos de furia y ambición .
Pase noches enteras vieron el mapa de la ciudad ,
y leyendo novelas de Jane Austen .
Soñé con este momento
desde que vi el rostro de ese editor ,
en el derrotero de las cacerías de alacranes y de las rutas de viajes .
