Todo no fue
màs que el romper
de las tazas inglesas ,
en ese tren del correo furioso .
Por el asalto de los
setenta millones de dòlares .
Fue el pulso cardìaco
de aquel gran muchacho ,
que naciò entre el humo de las fàbricas ,
por el Padre siempre ausente ,
emergiò con el canto evaporado
del vestido victoriano .
No fue màs que el saltar
la cuerda floja ,
de esa caja negra
que te hizo volver a nacer en Parìs ,
con el vuelo del halcòn ,
que se posò
en las astillas ardientes
de ese pan de azùcar
que se derretiò en la espuma de la cerveza ,
con el canto del alma negra ,
que te hacia evocar las calles de Londres .
Sintieron el aroma del eterno carnaval ,
las plumas se alzaron desafiantes
por ese bello ancla moreno
que te hara
ver aquellos jardines
de una lejana campiña inglesa.
El gran muchacho vuelve a casa
como un heroe de guerra .
El mundo abre aquellos sobres que divide la sentencia
MARIETTA MORALES RODRIGUEZ
BUENOS AIRES -ARGENTINA
Bitácora poética de sueños y grandes esperanzas .
