martes, 24 de julio de 2007

LOS ECOS DEL VALLE EN MI CORAZON

Es el frio de esos amaneceres
en el aeropuerto ,
en el camino polvoriento
de los cerros heridos
por la furia de las luchas politicas .
Es ver la escarcha en la ventana ,
por el ondular de los gatos metafisicos .
Es tomar los versos en el fulgor de las luces
de la torre de control .
Es el viaje hacia los ecos del valle del corazòn
en el campo amarillo de esas papayas
como el baile de los girasoles .
En el retumbar de las campanas
en la catedral de la contemplaciòn
como el dibujo de ese rudo alacràn de doble aliento ,
en las pàginas de un observatodo
en lo alto de un cometa .
Es ver el rostro de un mendigo ,
en el camino de esos mercados abiertos de los sueños
en el palpitar de la Recova .
Es el aroma de la ruta
del eco de los valles ,
en el derrotero de un Olimpo ,
en el cantico del dolor y la esperanza
de esa diosa enigmàtica
de los años de desolaciòn y Tala .
En la belleza monàstica de ese museo,
en que las risas de los niños ,
llenan mis pulmones con los kilòmetros
de esos pueblos perdidos
en el mapa de los sueños .
Por el plato de comida
con el sabor de esos cafetales
donde mis poemas ruedan
en el sonido de los bailes de Barranquilla .
Es ver el pèndulo
de los arboles de La Serena ,
me indican el sentido de la felicidad ,
donde los pequeños cuervos
destrozan la bella humedad de los atardeceres en Vicuña .
Es ver la noche con el humo de los cigarrillos ,
como las maletas giran con el piso frio del aeropuerto .
Mi columna vertebral se une con el camino de esos soles sobre mi espalda .
Es el regreso a casa en el desierto màs arido del universo ,
en que el rudo alacran de doble aliento ,
me hace desafiar las cartas de la inquisiciòn .


MARIETTA MORALES RODRIGUEZ

ANTOFAGASTA - LA SERENA