domingo, 27 de diciembre de 2009

LA VIDA ES UNA ETERNA FIESTA DE MARIETTA MORALES RODRÍGUEZ .


Las fogatas de la post-guerra
en la ciudad gélida ,
arrastran papeles ,
al sonido de los silbidos de las latas
como caracolas
desafiantes en el mar .
Los faroles alumbran ,
las risas de la eterna fiesta poética ,
junto al humo de los cigarrillos ,
como cortinas de telearañas ,
al estruendo del clarinete ,
sobre la barra del bar
junto a la hija desquiciada del poeta
que desgarra las sabanas del pensar ,
sin caer en la esencia de la lujuria .
Las miradas de los parroquianos ,
frente a la mesa de pool ,
donde el taco tira
la bola de la niñez ,
sobre la cubierta verde de la creatividad .