sábado, 20 de junio de 2009

HOMENAJE A LOS PERROS ROMÀNTICOS A ROBERTO BOLAÑO DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ .


Eran aquellos años en que la
locura invadía mi alma
de poeta errante ,
por los caminos calientes
de los bares en Ciudad de México .
Un trozo de mi geografía
estaba en mi bolsillo
lleno de agujeros solares .
Un leve sueño
de una cálida noche de verano
en que todo giraba en mis
papeles de fuego
y el mundo era invisible .
Ni sentir el látigo
de los relojes ,
ni las oraciones de las
iglesias de Madrid ,
ni los exàmenes de fin de año .
Solo el silencio de la madrugada ,
con el movimiento de los
perros románticos .
Una casa en la colina ,
solo las sombras chinas
en mi columna vertebral de
niño terrible de las letras .
Sentía el torrente en mi sangre
y el sueño se sentaba
en la orilla de mi escritorio ,
como las gárgolas
de una catedral en París .
En mis latidos
de ese lado oscuro del corazón ,
por el andar de los detectives salvajes .
Las letras era mi Patria furiosa
del eterno trota mundo ,
como el árbol iracundo .
que se reí de los bufones
de los zapatos de compraditos .
El torrente de sangre que creciò
en mi espìritu
en el juego del minotauro .
El tiempo corriò raudo
como bailarinas exòticas
detràs de una antorcha
y crecì con el caminar
de los perros romànticos .