miércoles, 15 de abril de 2009

LA CARTA DE LIBERACIÒN DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ .



La cortesana ansiosa
por estar en los salones de hielo ,
y ver el brillo de los ojos de un cuervo ,
en la jaula de sus deseos más intimista .
Ella dibuja el aliento de un alacrán irritado ,
en las carreteras de las aguas giratorias .
Ella despierta en el estruendo de los autos ,
en el amanecer de los vidrios húmedos ,
en la calidez de un café ,
en los terminales de buses .
Un día la cortesana desafió la bascula ,
frente al espejo y vio el espíritu de la
amante de un rey ,
que le sonrió con el vuelo de un abanico .
Le indico el camino de los faros de los bosques ,
con la brújula invisible de norte y sur .
Creo su propio rostro en los muros ,
con los mensajes de otros aromas y paisajes .
Aprendió afilar el cuchillo de sus ambiciones ,
como el baile de esas rosas llenas de espinas venenosas
y sus cabellos se aclararon como la sombra de un ángel .
La cortesana nació en un pueblo polvoriento ,
sin ecos , sin sonidos , ni esperanza .
Solo el caminar de los perros famélico ,
y el labio destrozado de la vejez .
Los cerros hirientes por la soberbia provinciana
y sus días eran como paginas en blancos ,
donde ningún escritor se atreve a escribir
esa novela de los cantares de los arenales .
Sus amigos se fueron secando
como las piedras en el desierto
y fueron devorado por las reliquias
de las fichas salitreras
y solamente vieron el rostro de la muerte
en las ventanas rotas por el orgullo de ese Norte grande .
Un día la cortesana logró tener una bolsa de monedas de oro
y compro su carta de liberación
y su escote fue su herramienta
para comprar la libertad de invocar
a los dioses de los bosques ,
y ver el llanto de los ríos ,
y entonar su mejor opereta
en el espejo de un palacio en el espejo de fuego .


DEL POEMARIO POEMAS A CHILE