miércoles, 11 de marzo de 2009

LA BELLEZA DE RASPUTINA .


El pequeño mandril ,
que salta desde mi ventana ,
tapizada de cerros ardientes ,
por los papeles que sacuden
ese entierro .
Rasputina , salta , mucho mas alto ,
mas alto , que las aves de las marejadas ,
que los globos rojos en Parìs ,
que los zanquistas de un circo ,
que las bailarinas de can -can ,
que los aviadores de las bufandas ,
que los saltimbanquis .
Rasputina camina
como un pequeño tigre de salòn ,
con el movimiento de un mimo ,
que dibuja el camino del pàìs de los cuentos jamàs contado .
Son sus ojos como dos telescopios ,
que miran ese cielo , como el aliento de las alas de un àngel ,
Rasputina , el pequeño mandril ,
que salta desde mi ventana ,
como un duende lleno de infinita ternura .
Donde los àrboles entierran sus huesos .