HAY VIDA EN JESÙS
Grita el cerro furioso en la cruz del norte ,
En el mirar de los feligreses
en su procesiòn interna ,
de vivir en la comarca de los arenales .
Las calles polvorientas
de las pelotas que ruedan
en las esperanzas de esos sueños
de los libros abiertos .
Es la humedad de las manos
por la matriarca de esos cien años de fortaleza.
Los vidrios empañados de esa làgrimas de sales
de una cocina abandonada
por el caminar de los gatos blancos ,
sobre la mesa el baile
de esas pequeñas brujas aladas
en el papel del diario
de las noticias jamàs recibidas .
Es el sonido de la mùsica
de las cañerias de los ecos de Hank.
En la mirada
de los papeles arrugados
en el palpitar de ese piso lleno de tierra .
Son las botellas de agua
como el aliento de esos cànticos
de los templos de los arenales .
HAY VIDA EN JESÙS
grita el cerro en lo alto de la cruz del norte .
En la oracions del ritual dominical .
Escuchar las plegarias de esa biblia
ardiente de construir el silbido de las buenas oraciones .
Es el aroma del cafè con el estruendo de Dios .
MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ
