La tierra es como una dama furiosa
que danza en lejanos países .
Sacude pueblos enteros con su aliento fatal ,
y el estruendo de sus celos en el mar .
Desafía el orgullo de los hombres .
Derrumba edificios como naipes
que se balancea en un casino .
Sacude el caos del silencio ,
en el estruendo de una campana en una isla .
Es capaz de elevar fogatas en tiendas ,
y hacer que las ratas invada la ciudad ,
con el sonido de la flauta de esos objetos
que relanza en una ventana .
La tierra salta sobre los campos de miseria ,
en el recorrido de esos pueblos ,
que vieron su última noche .
La tierra es una dama furiosa
como un globo celosa ,
en una fiesta de gala .
Lanza cuchillos en el rostro del poder .
Arde en furia en el mirar de los alacranes
que suben al árbol de la tragedia .
Un estruendo , otro estruendo ,
en el fulgor de las linternas de la noche .
Son las fogatas por el alma destrozada
de los ecos de un pasado perdido .
La tierra estalla como un balón lleno de espina ,
por el egoísmo de esas almas que saqueaban las monedas de oro ,
por la indiferencia del hermano pobre .
Los trozos de árboles , los cerros , los barcos , las ciudades , los letreros ,
las farmacias .
Todo es una comedia mal representada .
La tierra exige revoluciones , millones de revoluciones ,
en las conciencias .
Los pueblos se levanta en el barro , como el hombre de la bandera .
Desafían las tristezas de lo que se fueron con el barquero de los ríos ,
sus celdas caídas de los edificios blancos .
La tierra es como una dama furiosa ,
que después de danzar en tierras lejanas ,
se va a dormir a un cementerio en el mar .
