domingo, 22 de febrero de 2009

CARTA A UN POETA DESCONOCIDO .


POR MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ
Si los puentes de comunicaciòn son fundamentales en este mundo globalizado , donde las coordenadas salta de un punto a otro . La palabra escrita es la herramienta para trasmitir un cúmulo de experiencias , lecturas , emociones , vivencias . Más aún cuando la comunicaciòn , no es personalmente . Existe lamentablemente en algunos casos un silencio permanente , casi como el silencio de un cementerio . Se siente con fuerza en provincia . Donde el tiempo corre raudo en una carrera vertiginosa de un mundo tangible y demasiado pragmático y es palpitar de las alas de un ave que se quema con el contacto al sol . Cuando se intenta atravesar la linea horizontal del desierto , con el espejismo de tocar un árbol frondoso en medio de una lejana oficina salitrera . Escuchar un flautista renacentista en un laberinto de casas abandonadas y surcada por el sol . Los poetas de este comienzo de siglo , sentimos de cierta manera una necesidad vital de que nuestros poemas traspase la barrera geográfica y no caer en los discursos decadentes y aburridos de que somos prisioneros de una ciudad con ínfulas de castillo feudal . Desafiar el viejo concepto de vivir encerrado en una isla . El vigor verdadero reside en la cabeza , lo replico Vicente Huidobro .