jueves, 4 de junio de 2009

UNA POETA EN EL DESIERTO DE ATACAMA -COPIAPÒ .







EL FULGOR DEL CORAZÒN DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ .


El resplandor de la sequedad ,
en la lejanía de un bosque perdido ,
en los arenales ,
de las luces de fuego .
Es el palpitar ,
palpitar de la espera
de un viajero de la buena fortuna .
por el juego del corazón perdido
en el eslabón del desamor .

CANTARO DE GUERRA DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ .


Los tiranuelos vencieron
el color de la sangre
y el cántaro de guerra ,
sobre el latido de las bestias ,
que son el resplandor de ese relámpago .
Los tiranuelos construyen su fortuna ,
en el frío de las castañas ardientes ,
en al muerte de un príncipe .

EL ESPEJO DE DOS CARAS DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ .


Es la fiesta fatua
de esa Cenicienta
que salta las ramas del poder .
Las calabazas alumbran el camino
pavimentado del averno .
La danza del picaflor
que inicia el carrusel
de los focos fotográficos
que encandila las esquinas
del cambio del semáforo ,
aun en un frío callejón
una anciana cuece castañas
para paliar el frío
en la penumbra de los pies descalzo ,
al sonido de las campanadas
de la dama de la muerte
que lanza agujas
en el foco evaporado .

.EL SUEÑO DEL PESCADOR DE ILUSIONES DE MARIETTA MORALES RODRÌGUEZ .


Es el sueño
del pescador de ilusiones
que teje las redes del destino .
en el caminar de las ballenas varadas ,
con el sonido de esas aves
que imitan el canto
de los espíritus errantes del bosque .
en la profundidad del mar .
No es que el girar de las rosas de los cuatros vientos ,
por el huracán de esas lágrimas ,
secadas por la grandiosidad del desierto .
Es ver como el sol como un hermoso portentoso ,
construye esas sombras de los guerreros cómicos .
Es sentir el silbido de los sabios ,
en lo alto de una montaña .
Es la presencia de un corazón que late
con la fuerza de los tambores ,
retando al carretero de la muerte .
Es regresar de un sueño de cien años
en los bailes sobre el mar ,
como el resplandor de las grandes esperanzas ,
de ver como los dioses alzan sus cantos ,
en las piedras del corazón de la bestia ,
una y otra vez
navega en esas aguas cálidas
de las rutas interminables .