En mi
ùltima ruta de viaje llegue realmente agotadora , feliz y algo triste . Una mezcla de extraños sentimientos por el
increìble recorrido desde
Antofagasta , Santiago ,
Chillàn ,
Concepciòn , Lota ,
Talcahuano y
Coelemu . Lecturas
poèticas que me dejaron con el gusto que si puedo conquistar nuevos territorios en el sur de Chile y estar conectada con otros artistas y poetas que viven los mismos procesos creativos .Olvidarme por unos
dìas del tedio de vivir en
Antofagasta con los mismos conceptos añejos de siempre y de las odiosas rencillas literarias de pueblo chico . A veces me da ganas de mandar todo al diablo y irme a un lugar lejano ,
ojalá en el viejo continente , para estar
màs tranquila y solamente ver el esplendor de la
poesìa en toda su furia del Olimpo . Pero tengo que hacer el esfuerzo sobrehumano de provocar una gran
revoluciòn en mi vida y ver que tengo que partir a buscar otros mundos y universos . Cuidar y pulir mis versos como la perfecta escultura de mis aspiraciones . Sacudir la cabeza , si sacudir la cabeza con fuerza y solamente escribir todos los
dìas frente a la pantalla del computador y olvidarme que vivo en un feudo en el lejano norte grande . Parece que
nací en la ciudad equivocada . Me gusta demasiado Santiago con su caos urbano , sus
micros , la tarjeta
bip , el recorrido del metro y el canto de sirenas de un futuro mejor . El sur me parece
electrizante , con el verde furioso de sus
àrboles y el canto de esos
rìos eternos . La
brùjula corre de norte a sur o de sur a norte .
Valiò la pena tomar el vuelo desde
Antofagasta a Santiago y de Santiago a
Chillàn en tren . La lluvia me
recibiò como una dama ansiosa por ser la amante del Rey y vi que mi primera lectura
poètica en
Chillàn fue exitosa , presentada por mi amigo el poeta y artista visual
Cristiàn -
Condemarzo en un
dìa donde soñaba con tener un
paragua entre mis manos . Los paraguas son para mi un
artìculo fascinante , casi de lujo y se que
serán mis compañeros en los
pròximos inviernos con el
tazòn de chocolate caliente y las
sopaipillas que devore en el
mìtico bar el
MartineZ de Rosas en
Concepciòn . El recorrido
sureño pase por todas las emociones desde la felicidad
màs intensa hasta el caos de lanzar botellas de vino contra el muro de un baño , pero el
corazòn latìa mucho mas fuertes , mi
vèrtebra se hacia
màs fuerte y mi ansiedad se
convirtiò en la gasolina para escribir nuevos poemas y relatos . Tengo el derecho de dar rienda suelta a mis verdaderos fuegos y no le causo daño a nadie .